La primera canasta en el juego de James Harden le dio a sus compañeros la sensación de que ésta sería una actuación espectacular del actual Jugador Más Valioso de la NBA.
Harden pasó por encima del guardia de Los Angeles Lakers, Lonzo Ball, llegó la línea y tiró un impresionante tomahawk sobre el centro Javale McGee. Harden, quien regularmente adopta un papel tranquilo al pretender que sufre un sangrado en la nariz, flexionó los brazos en una muestra de poder.
“Me quedé como, ‘¡Wow!’”, dijo el centro de los Houston Rockets, Clint Capela. “Nunca he visto a James así, especialmente flexionando los brazos tras una clavada. ¿Se trata de un nuevo James? Nunca he visto nada como eso en cinco años. Fue algo que mandó un mensaje a todos”.
Este fue el juego que los Rockets, tras un decepcionante inicio de temporada tras llegar a las finales del Oeste la campaña pasada, desesperadamente sentían la necesidad de ganar y Harden se rehusó a permitir que Houston lo perdiera al terminar con 50 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias en la victoria sobre los Lakers por 126-111 el jueves, en la que hizo historia al registrar su cuarto triple-doble con 50 puntos de su carrera.
Es algo loco. Enfermo. Nunca he tenido un compañero que es capaz de hacer eso”, afirmó el guardia de los Rockets, Chris Paul.
Harden es uno de sólo seis jugadores en la historia de la NBA que anota 50 puntos en un triple-doble, y éste rompió un empate con Russell Westbrook, de Oklahoma City, con el mayor número de actuaciones de este calibre en los anales de la liga.