Jarrad Davis comprendió más en esta temporada. El linebacker de segundo año comprendió más detalles finos, comprendió más de lo que las ofensivas oponentes querían hacer. No siempre se notó sobre el campo de juego –no para Davis, y no para sus compañeros con los Detroit Lions— pero su progreso estaba allí.
Y él cree que solamente seguirá mejorando con el tiempo. Para los Lions, es una obligación.
«Comprendo más de lo que sucede sobre el campo que el año pasado, y es más frustrante ahora cuando cometo errores», dijo Davis hacia el final de la temporada del 2018. «Simplemente porque, como cuando veo algo, soy capaz de descifrarlo y decir, ‘Ey, debí haber sabido que venía’.
«A diferencia del año pasado, donde estaba en situaciones y no comprendía del todo hasta que me explicaban después de cometido el error».
Le ayudó a ser mejor en cobertura que como jugó de novato. Vio a las jugadas de carrera desarrollarse con mayor prontitud que en el 2017. Y los Lions expandieron su rol conforme avanzó la campaña del 2018, permitiendo al jugador de 24 años de edad encontrar un nivel de confort atacando a los quarterbacks.
Davis triplicó su número de capturas en la pasada campaña, pasando de dos como novato a seis en el 2018. Todo lo demás, estadísticamente hablando, siguió más o menos igual. Defendió cinco pases en el 2018 luego de tres en el 2017. Acumuló 100 tacleadas la temporada pasada después de sumar 96 como novato.
Pero los Lions, en el nuevo esquema de Matt Patricia, movieron más a Davis. Intentaron encontrar el mejor lugar posible para él. Y aunque se sigue esperando que sea el hombre clave en el medio de la defensiva por ahora –la misma posición en que ha estado desde su primera jugada como novato en Detroit– le podría aportar mayor versatilidad a futuro. Simplemente necesita mejorar un poco en todo, primero.
«Definitivamente puedo mejorar presionando al quarterback. Todavía puedo mejorar en cobertura, seguir mejorando como tacleador», dijo Davis. «Y si quiero ser conocido como un líder de este equipo, seguir mejorando como líder, ser responsable en situaciones donde solamente soy yo y no hay nadie más.
«¿Qué estoy haciendo para mejorar como jugador? ¿Qué estoy haciendo para mejorar como compañero para quienes me rodean? Necesito tomar las decisiones correctas para que, cuando llegue a este edificio, sea una segunda naturaleza para mí, y no como una careta que esté usando».
La parte del liderazgo podría ser más importante que nunca en el 2019 con la salida de Glover Quin, cortado por el equipo a inicios de este mes con un año restante de contrato. Quin había sido el líder de la secundaria y el jugador más respetado en la defensiva del club.
Con él fuera, alguien debe llenar ese vacío como presencia dominante a la defensiva. Davis ya ha comenzado a hacerlo. Ahora es algo de lo que se esperará más de él.
Davis consideró al 2018 como el año en que los Lions necesitaban ordenar las cosas tras el cambio de entrenador en jefe, de Jim Caldwell a Patricia. No lo esperaba al inicio, pero así lo ve ahora.
«Se trata de un trabajo en progreso todos los días», dijo Davis. «Debes seguir moldeando esto. Debes seguir trabajando en ello. Van a haber ocasiones en que no luzca bien y se caiga al suelo. Vas de regreso y juntas todo lo que tienes. Vas de regreso y separas lo que funcionó, lo que no funcionó, lo que tiras y lo que conservas.
«Simplemente es un continuo trabajo en progreso».
Eso se puede decir de él, y de los Detroit Lions como un todo.